En la isla de Mallorca, en el municipio de Artá, visitamos Betlem, un destino con mucho encanto y una bonita historia. Betlem recibe su nombre de la ermita homónima que se construyó en el s. XIX a 322 metros de altitud y que sirvió para la Congregación de los Ermitaños de San Pablo y San Antonio. En la actualidad esta ermita es muy transitada por lugareños y visitantes, que realizan una bonita ruta de senderismo hasta llegar a ella. El litoral de Betlem comprendido entre Caló des Corb Marí y Na Clara está salpicado de bonitas y tranquilas calas que hacen las delicias de los veraneantes. Antaño en esta zona del litoral habitan las focas monjes, pero como consecuencia de la pesca desapareció esta especie de foca en aguas de Mallorca. Qué hacer en Betlem Uno de los principales atractivos de Betlem es visitar su famosa ermita, situada en la zona de Artá. Para llegar hasta allí lo recomendable es hacer una ruta de senderismo que parte de la Sierra de Levante, se trata de una ruta sencilla donde puede participar toda la familia. La duración del trayecto es de dos horas, pero resultan muy llevaderas gracias a las vistas increíbles que ofrece el paisaje. Durante la caminata el senderista podrá visitar la Iglesia parroquial de Artá, el Santuario de Sant Salvador y algunas de las casas de Artá. La cúspide de la ruta es llegar a la Ermita, un lugar con mucho encanto donde se puede observar un hermoso fresco en la bóveda. También se puede realizar la ruta en coche, pero no tiene tanto encanto. Otro punto de interés cercano al pueblo de Betlem es el poblado talaotico, que se localiza a las afueras de la villa. Se trata de algunos restos arqueológicos, denominados Ses Païsses, que son una clara muestra de que estas tierras se ocuparan en el periodo pretalaotico. Para conocer en profundidad la historia y la cultura del lugar recomendamos conocer parte del patrimonio que alberga Betlem y sus alrededores, entre éste destacamos: el edificio señorial na Batlessa. la Ermita de Betlem, la Iglesia Parroquial, la Iglesia de San Salvador, el Monasterio de Bellpuig o el Talaiot de ses Païses, alguno de ellos mencionados anteriormente. Por otra parte, Betlem y sus alrededores cuentan con 14 playas muy cercanas al municipio que se pueden visitar. Las hay para todos los gustos, desde arenales que cuentan con todos los servicios y vigilancia, hasta recónditas y pequeñas calas donde disfrutar de un ambiente tranquilo y relajado. Entre ellas destacamos: Playa Arenal de sa Canova, Cala des Camps, Cal mitjana, Cala Toró, Cala Torta o Cala de Betlem, esta última la más cercana al municipio. En Betlem los veraneantes podrán encontrar multitud de pequeñas calas rodeando el pueblo, todas ellas son muy bonitas y poco conocidas por lo que no tendrán problema de masificación. Cuándo viajar a Betlem El clima de Betlem es marcadamente mediterráneo, con inviernos húmedos y suaves cuyas temperaturas oscilan entre los 13 y 15ºC y donde los veranos son secos y cálidos con temperaturas que oscilan los 30 y 32ºC, aunque en el mes de agosto no es raro que se produzcan algunas tormentas. Por ello recomendamos a quienes quieran disfrutar de las calas de Betlem que viajen al municipio en los meses estivales y quienes prefieran hacer senderismo mejor en otoño o primavera. Cómo llegar a Betlem El aeropuerto más cercano a Betlem es el Aeropuerto de Palma, situado a una hora aproximadamente del municipio. Desde este punto hay varias opciones para llegar a Betlme o bien coger uno de los autobuses que parten del aeropuerto, haciendo diferentes traslados, lo que tardaría unas 3 horas en llegar. U otra posibilidad es alquilar un coche para poder realizar los traslados cómodamente durante las vacaciones. A Betlem se puede llegar en coche desde la carretera de Puerto de Alcudia o la carretera de Manacor. Si se quiere llegar usando transporte público el tren te puede dejar hasta Manacor, depende del punto de la isla donde estés ésta será una buena opción y después el autobús de la línea L411 llega hasta Artá.